CUARESMA 2015

Este miércoles comenzó la Cuaresma. El Papa Francisco propone 15 sencillos actos de caridad que él ha mencionado como manifestaciones concretas del amor de Dios:
  1.  Sonreír, un cristiano siempre es alegre!
  2.  Dar las gracias (aunque no "debas" hacerlo).
  3.  Recordarle a los demás cuanto los amas.
  4.  Saludar con alegría a esas personas que ves a diario.
  5.  Escuchar la historia del otro, sin prejuicios, con amor.
  6.  Detenerte para ayudar. Estar atento a quien te necesita.
  7.  Levantarle los ánimos a alguien.
  8.  Celebrar las cualidades o éxitos de otro.
  9.  Seleccionar lo que no usas y regalarlo a quien lo necesita.
  10.  Ayudar cuando se necesite para que otro descanse.
  11.  Corregir con amor, ni callar por miedo.
  12.  Tener buenos detalles con los que están cerca de ti.
  13.  Limpiar lo que uso en casa.
  14.  Ayudar a los demás a superar obstáculos.
  15.  Llamar por teléfono a tus padres.
EL MEJOR AYUNO

¿Te animas a ayunar en esta cuaresma?
  • Ayuna de palabras hirientes y transmite palabras bondadosas
  • Ayuna de descontentos y llénate de gratitud
  • Ayuna de enojos y llénate de mansedumbre y de paciencia
  • Ayuna de pesimismo y llénate de esperanza y optimismo
  • Ayuna de preocupaciones y llénate de confianza en Dios
  • Ayuna de quejarte y llénate de las cosas sencillas de la vida
  • Ayuna de presiones y llénate de oración
  • Ayuna de tristezas y amargura y llénate de alegría el corazón
  • Ayuna de egoísmo y llénate de compasión por los demás
  • Ayuna de falta de perdón y llénate de actitudes de reconciliación
  • Ayuna de palabras y llénate de silencio y de escuchar a los otros

Si todos intentamos este ayuno, lo cotidiano se llenará de:
PAZ, CONFIANZA, ALEGRÍA Y VIDA

ENTRAR EN LO SECRETO

Hoy iniciamos un "rastreo", el cuaresmal. Sí, podemos suponer el final de este camino, pues la cuaresma no tiene sentido en si misma, sino que es el lugar de paso, para llegar hasta la meta final, la Pascua. Pero este camino, cada año, es nuevo, tiene el aliciente de adentrarnos en un "lugar muchas veces desconocido" el misterio de Dios y nuestro propio misterio. Como en el juego del rastreo, tenemos mensajes en clave que ponen a prueba nuestras capacidades, o más bien nos capacitan para la prueba final.


Así, hoy Jesús, nos invita a tres habilidades en lo secreto de nuestro cuarto, de nuestro corazón: la oración, el ayuno y la limosna. Estos tres componentes de la devoción judía siguen teniendo actualidad en nuestra vida, con un elemento indispensable, entrar en lo secreto. La oración, escucha y palabra, diálogo, encuentro, reconocerse y amarse. El ayuno, abandono, buscar lo esencial, despojarse de lo que no vale, confiarse en las manos del Padre amoroso. La limosna, reconocer la acción de la providencia, saber llevar entre todos el peso de las pruebas, tener las manos abiertas sin agarrarse a nada. Y todo en lo escondido, en lo secreto, sólo lo sabe El. Entrar en lo secreto es adentrarse en los entresijos de nuestro corazón, en lo enmarañado de nuestra alma, en las búsquedas de nuestro interior. Y, a veces, somos más complicados que códigos cifrados. Él tiene la clave para interpretar y conocer la ruta.


Hoy iniciamos esta cuaresma de la mano de María, Nuestra Señora, a ella le pedimos que nos ayude a guardar en nuestro corazón y meditar todo lo que nos pase en esta cuarentena.

Javier Alonso

LIMPIEZA

De vez en cuando hacemos una buena limpieza de nuestra casa. Ese día, nos remangamos, ponemos ropa de faena, sacamos la "limpiadora" que llevamos dentro y dejamos todo como los chorros del oro. Te queda una cara de satisfacción viendo la casa reluciente y con un olor a limpio que estás deseando tener alguna visita y sorprender al que entra por la puerta. Pero para hacer esto hay que ponerse "ropa de faena", esto es, para limpiar hay que mancharse, estar dispuesto a llenarse de polvo, de fregarse por todas partes, hasta el uso de lejía deja sus secuelas en la ropa. Sí, aunque uses el limpiador más asombroso del mercado, eso no evita el que tú te manches. 

El leproso del evangelio de este domingo le pide al Señor que lo limpie, no sólo de su lepra, sino también de la insolidaridad, del abandono en el que vive, de ser un "descartado" de la sociedad en la que sólo entran los que están "limpios". Decirle a Jesús si quieres puedes limpiarme, es decirle, si quieres estar dispuesto a ponerte la ropa de faena y mancharte para quedar marcado como el amigo de los pobres, de los enfermos y de los descartados. Y Jesús acepta, porque el amor es más grande que la lepra o que cualquier suciedad, y es Jesús el que limpia.

Yo me quedo, y tú te quedas, al margen de tantas personas "manchadas y marcadas" por la lepra, no sólo de la enfermedad, sino de la lepra de la miseria y de la pobreza, de la marginación y la droga, de la prostitución y la violencia, de la ignorancia y el abandono, de la delincuencia, de la inmigración, de tantas y tantas lepras que hoy asolan a muchos que quedan al margen del camino.

Ayúdame Señor a tocar, sin miedo a mancharme, lo más duro de la realidad humana y llevarle tu salud, tu salvación. Cuantas veces te digo, "si quieres puedes limpiarme". Y sé que aceptas ensuciarte con lo más indigno que hay en mí. Y es que el día que te colgaron en cruz te expulsaron de la ciudad, y, al grito de impuro, impuro, pensaban que habían acabado con el amor. Y en el silencio del huerto, la semilla dio fruto, descendiendo a los infiernos de la humanidad, para rescatar lo que el pecado destruyera y sanar. Y esto lo has hecho por nosotros.  Gracias, Señor.

Javier Alonso (consiliario Vigo-64)


PEREGRINACIÓN MARIANA

El pasado día 10 de enero peregrinamos al Santuario de Nuestra Señora de los Milagros, en Ourense. Un espléndido día que ahora podemos recordar con este reportaje fotográfico que realizó el Padre Eloy Vidal, consiliario de los sectores de Vigo. Disfrutadlo.

¿QUÉ ES ESTO? ¿QUIÉN ES ESTE?

Seguimos en el primer capítulo del evangelio de Marcos y se poco a poco van apareciendo en escenas los distintos personajes que configurarán las distintas narraciones. Evidentemente Jesús es el principal, Juan Bautista, hace unos domingos, los primeros discípulos hace ocho días, y hoy, las gentes que ya lo admiran y los escuchan, los enfermos que son liberados del mal y los espíritus inmundos que lo reconocen y lo temen. Jesús comienza a suscitar preguntas, porque su palabra y su acción cuestionan, remueven y conducen a lo que, no olvidemos, fueron sus primeras palabras el domingo pasado: "El tiempo se ha cumplido, ya está presente el Reino, convertíos y creed en el Evangelio". Y la pregunta que provoca: "¿qué es esto?".
Hoy Jesús sigue interpelando, sigue cuestionando, porque Él no viene a llenarnos de una palabra dulce que nos aleje de la realidad y nos sitúe en un "séptimo cielo" como si fuera un alucinógeno que provoca toda insensibilidad ante el mundo. Es el Hijo encarnado que entra hasta lo más "inmundo" y ahí, frente a frente, es capaz de sanar con la presencia. Es Jesús el que se coloca aquel sábado, en medio de una asamblea de oración, y enseña, predica con autoridad, y su palabra es nueva, provocadora, es la llamada a la conversión que ellos y nosotros necesitamos. No es la autoridad de los "entendidos" sino la sabiduría del que conoce el corazón del hombre, sabe de sus inquietudes y responde a sus preguntas. No es el "letrado" sino la Palabra, es Dios mismo quien habla, no la interpretación, sino su voz. Es la autoridad del que viene a acabar con el mal que atenaza al hombre. Es la autoridad del que increpa y expulsa, aleja del hombre lo que le conduce al desastre. Es la autoridad no de algo, sino de alguien. Y por eso yo también me quiero preguntar este domingo, al acercarme al templo para celebrar el día del Señor:
¿Quién es éste?. Quién es el que en un lugar a miles de kilómetros, hace cientos de años, sigue hoy llamándome también a mí  y a ti a dar una respuesta. Quién es éste que su voz no se apaga, su poder libera, su acción sana, su mirada transforma, su corazón palpita y se escucha en mi alma. Quién es éste, quién, que está y llama. 
¿Quién es éste?. Porque no es solo su palabra o su acción, es su presencia. Este domingo El está en medio de su pueblo y habla con autoridad, y libera y sana.
Gracias Señor.


Javier Alonso (consiliario Vigo-64)