2º DOMINGO DE ADVIENTO


Una voz grita en el desierto: preparad el camino. Es Juan, el bautista, el precursor, que grita con voz rasgada, con su atuendo diferente, con su ayudo y su penitencia. Es la voz que resuena en nuestra conciencia seca por la falta de la vitalidad del Espíritu. Es el desierto en el que se inserta una palabra, una actitud, una vida de conversión. Una voz grita y nos empapa con el bautismo de conversión. Una voz que señala la llegada del Salvador. 
Es aquí, en mi vida; es, ahora, en este tiempo. Es la oportunidad que nos ofrece el Señor, como ese día en que te das cuenta que si hubiese hecho, si hubiese decidido, si hubiese... y ahora está lejos. Pidamos a María que nos ayude a decir sí, aquí y ahora, a recibir la fecundidad de la Palabra, la fuerza del Espíritu. Y apara esto allanemos nuestros conflictos, abajemos la soberbia, enderezamos nuestra vida, dejémonos trabajar por el Señor.
Hoy, aquí, ahora, es tiempo de conversión, de preparar el camino, de caminar hacia la libertad, la vida, el amor. 
Javier Alonso (consiliario regional EDIP)

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